lunes, 15 de enero de 2018

INFORMACIÓN ÚTIL SOBRE EL AGUA



INFORMACIÓN ÚTIL SOBRE EL AGUA
TIPOS DE AGUAS:
Agua con gas. Agua que contiene disuelta apreciable cantidad de dióxido de carbono CO2.       Procedente de manantial.
Agua de consumo público envasada. Agua procedente de un suministro público, que se ha envasado para suplir carencias o problemas en las redes de distribución.
Agua de manantial. Agua similar al agua mineral, pero a la que no se le atribuyen legalmente efectos beneficiosos para la salud.
Agua de mineralización fuerte. Agua con un residuo seco de 1.500 mg/1 o más.
Agua de mineralización débil. Agua con un residuo seco de 500 mg/1 o menos.
Agua de mineralización muy débil. Agua con un resi­duo seco de 50 mg/1 o menos.
Agua mineral natural. Agua obtenida directamente del manantial sin que haya estado en contacto con el aire, de composición más o menos constante, que ha sido declarada así porque se le atribuyen efectos beneficiosos para la salud. Antes se habían denominado aguas mineromedicinales.
Agua oligometálica. Agua de mineralización débil.
Agua preparada-Agua tratada. Agua potable, procedente de cualquier origen que ha sufrido tratamientos fisicoquímicos para evitar el sabor y el olor del cloro y otros compuestos.
Los únicos alimentos que se nos ofrecen con un análisis químico bastante completo son las aguas minerales. En una esquinita de la etiqueta de las botellas encontramos el certificado —del laboratorio del doctor Oliver Rodés en el 95 % de los casos— que nos indica la cantidad de cloru­ros, bicarbonatos, sulfatos, etc. Dediquemos un instante a comprobarlo en la etiqueta del agua Sant Aniol.

 

Análisis químico del agua de Sant Aniol, agua mineral con gas.

El agua mineral —y todas las demás— es una mezcla de agua (H20), sales y gases. Las sales del agua mineral están disueltas, es decir, los cristales de la sal han desaparecido y las sales están en forma de cationes o de aniones. Los cationes son grupos de átomos de carga eléctrica positiva, mientras que la carga de los aniones es negativa. Los aniones tienen nombres acabados en -uro o -ato: por ejemplo, bicarbonato (de fórmula química HCO3 -), sulfato (SO42-), cloruro (Cl-) o nitrato (NO3 -). Los cationes son los que tienen nombre de metal, como calcio (Ca2+), magnesio (Mg2+), sodio (Na+) o potasio (K+).
Los iones predominantes en un agua mineral son los que permiten clasificar un agua dentro de un tipo u otro. La de Sant Aniol será bicarbonatada cálcica. Tiene relativamente poca cantidad de minerales, y por eso la etiquetan como oligometálica; significa que hay pocos minerales, porque el prefijo griego oligo- es «poco» o «pequeño».
Lo que sí que hay es una diferencia enorme en la salinidad de las aguas. Hay aguas con mucho ión sodio, y otras con muy poco ión sodio. La que he encontrado con menos sodio es la de Veri, con sólo 0,6 mg por litro de ión sodio. La que más tiene es el Vichy Catalán, con 1.110 mg/1. Y existen aguas con muy poco ión fluoruro y otras con más fluoruro, lo cual hay que señalar para evitar los problemas que pueda presentar un exceso de fluoruro en las primeras etapas de la dentición infantil. En cambio, la falta de flúor tampoco es buena. El fluoruro ayuda a formar el compuesto mineral de los dientes. En fin, en cuanto a los fluoruros en el agua, es malo que haya pocos y también que haya demasiados.
Las composiciones de las aguas minerales proporcionan también el valor del residuo seco, que en el agua de Sant Aniol, según se nos indica, es de 318 mg/1. Eso es la cantidad total de minerales que contiene el agua, y es el residuo que queda cuando se ha puesto a hervir y se ha evaporado todo el litro de agua. Evidentemente, cuanta menos mineralización, menos residuo seco. Las aguas de residuo seco muy bajo pueden llevar en la etiqueta la inscripción «De mineralización débil» o «muy débil».
La dureza de las aguas naturales es producida sobre todo por las sales de calcio y magnesio, y en menor proporción por el hierro, el aluminio y otros metales. La que se debe a los bicarbonatos y carbonatos de calcio y magnesio se denomina dureza temporal y puede eliminarse por ebullición, que al mismo tiempo esteriliza el agua. La dureza residual se conoce como dureza no carbónica o permanente. Las aguas que poseen esta dureza pueden ablandarse añadiendo carbonato de sodio y cal, o filtrándolas a través de ceolitas naturales o artificiales que absorben los iones metálicos que producen la dureza, y liberan iones sodio en el agua. Los detergentes contienen ciertos agentes separadores que inactivan las sustancias causantes de la dureza del agua. El hierro, que produce un sabor desagradable en el agua potable, puede extraerse por medio de la ventilación y sedimentación, o pasando el agua a través de filtros de ceolita. También se puede estabilizar el hierro añadiendo ciertas sales, como los polifosfatos. El agua que se utiliza en los laboratorios, se destila o se desmineraliza pasándola a través de compuestos que absorben los iones.
Además de los iones, el agua tiene gases disueltos. Incluso en el agua sin gas, siempre hay algo de gases disueltos, aunque sean sólo restos de gases del aire. Al agua con gas se le ha añadido dióxido de carbono, de fórmula C02 —gas carbónico, como indica la etiqueta—, a veces procedente del mismo manantial, y otras de procedencia industrial diversa, como por ejemplo mediante combustiones o fermentaciones. Y ese gas carbónico es el que genera iones bicarbonato y carbonato en el seno del agua.
El agua puede tener rastros de radiactividad. Las aguas minerales no son apenas radiactivas, y es improbable que curasen o matasen jamás a alguien.

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